Editorial: Editorial PQ
Prólogo: El autor
PROLOGO
Prólogo: El autor
PROLOGO
A mediados de la década del ´60, Tanguito tenía unos 20 años de edad y ya entonces cantaba rock en castellano. Provenía del Gran Buenos Aires, más precisamente de la ciudad de Caseros, donde vivió con sus padres hasta su muerte en 1972. Su féretro se encuentra en el partido de San Martín donde había nacido el 16 de setiembre de 1945.
Tango Bis, Alejandro Claudio Piedras, es un personaje real nacido el 16 de setiembre de 1952. Desde que conoció a Tanguito juró íntimamente parecérsele en sus gestos, su cuerpo y su postura ante la vida. No soslayó, por cierto, la parte musical ya que aún hoy insiste en rescatar trozos de música de una vieja guitarra. El 16 de setiembre no fue la única coincidencia, pero sí el punto de partida para unir eternamente a los amigos del alma.
Tanguito fue cantante, poeta y
guitarrista rítmico. Su poesía tuvo una múltiple influencia: la de sus amigos
Pippo Lernoud, Litto Nebbia, Miguel Abuelo y Javier Martínez y la de una
lectura desprolija que repartía entre los escritores argentinos Roberto Arlt y
Julio Cortázar y el poeta francés Charles Baudelaire. Leía a los poetas
surrealistas de quienes se inspiró en La Princesa Dorada, rica en imágenes
oníricas.
La Princesa Dorada integró un simple de la RCA Víctor con un tema apocalíptico que hablaba de una eventual guerra atómica, El Hombre Restante, cuya autoría la compartió con Javier Martínez.
En el primer simple de Los
Náufragos que lleva como canción principal La Leyenda de Xanadú aparece también
Tanguito con un tema poco difundido, Sutilmente a Susana.
"Susana, déjame ser como yo soy.
No cambia nada porque use una
camisa
Y una corbata.
Si es gusto mío o un desafío
o un desafío.
Tal vez, pases con otro que te
diga al oído
esas palabras que nadie como
yo te dirá,
dialogando para siempre mi
amor inadvertido.
Te amaré más que nunca y jamás
lo sabrás."
En este libro aparecen temas de Tanguito que jamás fueron grabados, pero que hasta hoy perduraron en la memoria de sus amigos.
Después de integrar Los Dukes y fugazmente Las Sombras de Nacho Smilari se larga a cantar solo, acompañado por un guitarra, influenciado por la corriente de cantantes de protesta extranjeros liderada por Bob Dylan y Donovan.
En La Cueva era un verdadero
showman; hacía presentaciones cargadas de humor muy fresco. La Cueva, un
reducto de jóvenes creativos y a la vez una auténtica bolsa de trabajo, le
sirvió para animarse a componer sus temas. Hasta 1963 era un boliche de jazz
que se llamaba Pasarotus. Cambió de nombre, La Cueva de Sandro, al año
siguiente porque el dueño hizo un acuerdo con el cantante para que éste
apareciera como la figura visible.
“Vamos hacer una cueva de rock”,
dijo Sandro y así empezaron a caer los rockeros del país.
Lo más conocido de Tanguito es ese frustrado long play que grabó en 1970 en los estudios TNT de la calle Moreno. Ese disco, en realidad es un demo. Es decir, es la grabación previa a la cinta definitiva, pero su repentina muerte lo dejó como única copia. En esa grabación que se realizó en un solo día y en el estudio número 1 Tanguito estuvo acompañado por Javier Martínez, Palomo y el productor Jorge Álvarez. Los temas grabados, fueron lo que realmente quería Tanguito, aunque faltó la selección final, quedando fijados en el demo sólo la voz y la guitarra criolla. En el disco iba a estar acompañado por un seleccionado de cueveros, integrado en los distintos temas por Bernardo Baraj, Ciro, Moro, Ricardo Lew, Javier Martínez, Alejandro Medina, Adalberto Cevasco, Rocky Rodríguez y Willy Verdaguer.
Las fuentes musicales de Tanguito
se hallan unidas a los mismos orígenes del rock nacional que estaban ligado al
rock mexicano y cuyos mayores exponentes eras Los Teen Tops, Los Locos del
Ritmo y Los Hooligans. Estos grupos venían los fines de año y durante las
vacaciones de invierno a participar de los grandes programas que a mediados de
la década del ´60 producían la radio y la televisión argentina.
Simultáneamente, en nuestro país estaba de moda el Club del Clan.
“Lo importante de los mexicanos
es que nos hicieron conocer el rock en español con versiones muy bien hechas de
los éxitos de Elvis Presley y Jerry Lee Lewis”, dijo Javier Martínez, líder de
Manal.
Los rockeros mexicanos formaron
un gran movimiento que los convirtió en los pioneros del rock en español en
Hispanoamérica. Sus persistentes viajes a la Argentina dieron el impulso para
la formación de los primeros grupos locales, destacándose Sandro y los de
Fuego, Jackie y Los Ciclones, Los Thamys, Los Picks Ups y Los Wonderful.
Al margen de esta corriente
estaban Los Búhos y Los Abuelos de la Nada
que también cantaban en castellano, pero componían sus propios temas.
Más tarde, surge en Gran Bretaña
el rock inglés encabezado por Los Beatles, quienes salen con composiciones
propias, revolucionando la música del mundo. En nuestro país sirvió como detonante
para decidir definitivamente a los músicos a crear sus propias canciones.
“La diferencia con los mexicanos
es que nosotros dimos el paso audaz de componer y llegar a formar un repertorio
que hablara de los temas argentinos. O sea, acriollar un género con temática
propia, hablando de la geografía y los problemas del lugar. Ellos no se
animaron”, explicó Martínez.
El primer gran éxito del rock
nacional fue La Balsa de Litto Nebbia y Tanguito. Coexistía con Rebelde de Los Beatniks, que era un tema más fuerte y
contestatario para la época, pero que no trascendió comercialmente.
"Rebelde me llama la gente,
rebelde es mi corazón,
soy libre y quieren hacerme
esclavo de una tradición.
Todo se hace por interés
pues este mundo está al revés
sí, todo hay que cambiar,
siendo rebelde se puede
empezar.
¿Por qué el hombre quiere
luchar
aproximando la guerra nuclear?
Cambien las armas por el amor
¡Y haremos un mundo mejor!"
Este grupo estuvo formado por Moris y Pajarito Zaguri, quien años más tarde, cuando formó parte de Los Náufragos, compuso una bella canción que describía los sufrimientos de algunos jóvenes de la década del ´60.
"Si supiera esta niña
cuantas veces me escondí
con mi amigo Tango en la plaza
por no tener donde dormir."
Los rockeros argentinos rompieron
el molde de la música en nuestro país no sólo por su creatividad sino por la
forma en que fueron surgiendo. Ellos ganaron su espacio a fuerza de talento y
llegando en forma directa, no como un producto inventado en un laboratorio que
luego es tirado a la gente para su consumo. Popularizaron su temática en los
recitales del centro porteño y en los shows de los fines de semana en el Gran
Buenos Aires.
A veces al final de su naufragio,
Tango tirado con su guitarra en la boca del subte cantaba provocativamente esta
canción de Los Beatniks a los madrugadores porteños que se dirigían a las
oficinas.
"Ciudadano tenga fe
que lo vamos a ayudar
no se pudo afeitar
la Olivetti lo espera."
El libro está totalmente descatalogado.
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Juan Carlos Downes es periodista, nació el 28 de
setiembre de 1952 en la Capital Federal, Argentina.
A fines de la década del 60 organizó los dos únicos
recitales realizados por Tanguito, transitó una de las épocas de cambio
cultural y social más convulsionadas del país.
Y es uno de aquellos sobrevivientes…
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